Aumenta el fraude entre empleados más jóvenes
Por Russ Warner, VP de Mercadotecnia —
El mundo está experimentando como nunca antes mayores niveles de fraude y corrupción. Tal y como se ha reportado numerosas veces en el blog de Converus, lo vemos en puestos políticos como senadores, presidentes y alcaldes. Leemos en cuanto al fraude en las funciones corporativas de empresas multimillonarias. Y lo que se puede ver con mayor facilidad es el engaño en la nueva generación.
El grupo de la edad que está ingresando a la fuerza laboral de hoy posee talento, agallas y el vigor de la juventud como respaldo en la búsqueda de sus ambiciosas metas. Pero al igual que un niño que esconde algo de sus padres, muchos tienen la destreza del engaño. Y según un informe nuevo, el uso de esa destreza por los empleados jóvenes es cada vez más común.
Aumento en el fraude por empleados jóvenes en el Reino Unido
«This Is Money” [Esto es dinero] un sitio de Internet financiero del Reino Unido reportó un denominado «cambio de guardia entre los fraudulentos». Se dice que hay casos de fraude que suman £62 millones de libras esterlinas entre trabajadores en edades de 26 a 35 años, lo cual representa un aumento del 285% desde el año pasado.
Algo interesante es que entre empleados mayores está ocurriendo lo contrario — una reducción del 72% entre trabajadores de 46 años o más.
Juventud y tecnología
Algunos proponen que la razón principal de esta transición no es que los jóvenes estén desplegando la «inocencia de la juventud», sino que están utilizando su amplia experiencia con la tecnología.
Hitesh Patel, un socio forense británico de la firma estadounidense de auditores tributarios KPMG LLP, la firma estadounidense de auditorías, impuestos y asesoría, declaró «Es importante para las organizaciones del Reino Unido reconocer que juventud no siempre significa inocencia, como se proyecta una generación tecnodiestra y segura de sí misma, adepta a circunnavegar los controles convencionales y a situarse debajo del radar».
La mayoría estaría de acuerdo con que usualmente la generación más joven sólo necesita unos minutos para familiarizarse con un nuevo programa de software o sitio de Internet, mientras que a los padres y abuelos parece tomarles meses hacer lo mismo (si es que lo logran).
La tecnología y los datos son fácilmente manipulados para habilitar a individuos para robar o para ser parte de otras actividades corruptas y fraudulentas. Para una generación que nació y creció con la tecnología esta forma de engaño resulta aún más fácil.
Monitorizar el uso y acceso de los empleados a datos y tecnología puede ser cada vez más difícil pero también más necesario que nunca debido al aumento del fraude comercial entre empleados jóvenes.