¿La corrupción corporativa es un mal necesario?
Por Matthew Startup, Mercadotecnia —
La corrupción corporativa ha sido un problema constante durante muchos años. Según se informa, miles de millones de dólares se pierden anualmente en sobornos y otras formas de corrupción. Es difícil calcular cuántos recursos se están desperdiciando en la corrupción, porque no muchas personas involucradas están dispuestas a hablar de ello por temor a la ley o a perder su trabajo.
Muchos se preguntan si la corrupción es un mal necesario, un subproducto de la actividad empresarial en los países en los que la ley es un poco floja, donde se espera un poco de juego sucio para lograr la gran venta. Muchos aceptan que los sobornos son el costo de hacer negocios.
Los costos de la corrupción
Normalmente, cuando se paga un soborno, la empresa o el empleado está desesperado, lo cual no es una imagen ideal para presentar a la opinión pública. La persona con la que se hace el trato no tiene la mejor integridad y, por tanto, es probable que trate de buscar atajos, lo cual afecta la marca de la empresa.
Incluso cuando las empresas obtienen el contrato que desean, es menos rentable para ellas en el largo plazo, ya que los sobornos pagados pueden reducir considerablemente el margen de beneficio.
¿Qué se puede hacer?
En definitiva, se trata de las leyes de la tierra y su cumplimiento. Un posible método para subvertir dichas actividades sería administrar pruebas continuas de detección de mentiras a los funcionarios públicos y a los empleados de las empresas.
La tecnología EyeDetect® puede identificar el fraude con 85 por ciento de precisión. El comportamiento de los ojos refleja señales de estrés y engaño que son indetectables por otros seres humanos. Con el uso de tecnología de detección de mentiras, funcionarios y empleados corruptos o delincuentes profesionales pueden ser capturados en función de datos matemáticos completamente imparciales generados a partir de la conducta de sus ojos. Esto significa que las empresas tienen los medios para erradicar la corrupción en sus entornos y evitar las enormes pérdidas que a la economía causan los tratos deshonestos.