¿Podríamos examinar los niveles de corrupción de los políticos, por favor?
Por Jeff Pizzino, APR, Comunicaciones Corporativas —
Aún en el ultra conservador estado de Utah, la corrupción no es nada extraño. Sin importar el ambiente político, los funcionarios y políticos corruptos encuentran el camino hacia posiciones de poder donde pueden ejercer influencia.
El soborno y la corrupción de líderes políticos son las acusaciones del día, involucrando al procurador general John Swallow y a los senadores estadounidenses Harry Reid (Nevada) y Mike Lee (Utah).
De acuerdo con un reporte publicado por Noticias ABC, Swallow acordó ayudar al comercializador internauta Jeremy Johnson a programar una reunión con Reid para ayudar con una investigación de negocios realizada por la Comisión Federal de Comercio (por sus siglas en inglés, FTC).
Reid niega haber tenido conocimiento alguno del trato, y de hecho, Johnson nunca se reunió con Reid al respecto. Sin embargo, se dice que Swallow recibió $250,000 de Johnson por hacer los arreglos de esta reunión. La Comisión Federal de Comercio demandó a Johnson por fraude.
La importancia de la investigación es evidente en la manera en que Utah ha respondido a los cargos. Utah ha apelado al gobierno federal para que ayude con la investigación y hasta ha involucrado a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).
El republicano Troy Rawlings afirmó, «Los cargos de hoy, aunque permanecen sin protesta y los acusados son inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad, demuestran que en el estado de Utah estamos dispuestos a tomar en serio las acusaciones de corrupción política o pública contra cualquier persona. No las vamos a ignorar».
¿Podemos impedir la corrupción?
El procesamiento de la corrupción gubernamental es obviamente un uso indebido de los fondos públicos. ¿Se puede reducir el soborno y la corrupción en la política? Si un político pasa sin problemas una verificación de antecedentes y resulta electo, ¿qué podemos hacer cuando ya esté ejerciendo sus funciones?
Una opción es administrar pruebas continuas a los funcionarios políticos para descubrir la corrupción. Con el uso de tecnología de detección de mentiras que sea imparcial e inocua, tal como EyeDetect™, un político se puede sentar tranquilamente frente a una computadora, ver la pantalla y contestar preguntas tipo verdadero o falso por 30 minutos. EyeDetect mide la conducta involuntaria de las pupilas y el movimiento de los ojos para indicar respuestas deshonestas.
Con EyeDetect, dichos exámenes son no intrusivos y simples, mientras que al mismo tiempo arrojan resultados científicamente producidos con una precisión de un 85%.
Hay leyes contra la administración de pruebas de detección de mentiras a los empleados en Estados Unidos y otros países, pero cuando se trata de quienes gobiernan y gastan fondos públicos creo que necesitamos tomar medidas preventivas.