Gerencia — Rendir Cuentas y Cumplimiento
Por Brianne Burr, Mercadotecnia —
Muchos empleados ven los puestos gerenciales como algo deseable, porque dan mayor estatus, mejor salario y más autoridad y poder. Sin embargo, muchos gerentes actuales no están de acuerdo con que la función gerencial sea una responsabilidad deseable.
Como dice el dicho, «a mayor poder, mayor responsabilidad», y las personas que desempeñan puestos gerenciales son responsables no sólo de sus propias acciones.
Deberes
Debido a su función supervisora, los gerentes son responsables no sólo de sus propios deberes y tareas, sino también de la concretización del trabajo de todos y cada uno de los miembros de su equipo.
Una carga adicional que lleva un gerente es su papel de comunicador entre los miembros de su equipo con la gerencia superior. Esto requiere organización y destrezas interpersonales exhaustivas de parte del gerente.
Finalmente, el acatamiento de reglamentos, tanto gubernamentales como organizacionales, añade una capa de complejidad a la descripción del trabajo.
Aunque un gerente logre mantener el improbable equilibrio entre complacer tanto a la gerencia superior como a su equipo, todavía es un trabajo difícil. Y muchos no la tienen tan fácil.
Duplica la presión y «falla en la supervisión»
En el mundo gerencial, los supervisores hacen todo lo que pueden para evitar la temida marca de «falló en la supervisión»; ésta se asigna en aquellas situaciones en que los miembros del equipo actúan en desacuerdo con las normas de la empresa.
La situación más común ocurre en torno al acatamiento de reglamentos. Para la gerencia superior las violaciones son fáciles de asignar y difíciles de olvidar. Si un cliente se queja, por ejemplo, el gerente podría ver en su expediente una marca de «falló en la supervisión», puesto que no controló al miembro de su equipo según los deseos del cliente.
Crear una cultura del cumplimiento
Para enfrentar estos retos, los gerentes tienen que fomentar un conjunto de destrezas específicas para ayudar a evitar problemas. Puesto que un gerente tiene que responder tanto a los supervisores como a los empleados, convendría que se tomara el tiempo para conocer cada personalidad. Se necesita efectuar evaluaciones regulares de empleados para que el gerente pueda ver cómo se comportan los miembros del equipo, y determinar la manera de alentar la calidad en el trabajo y fomentar las buenas relaciones entre empleados.
Lo que es más importante es que el gerente debe desarrollar las destrezas necesarias para hablar abiertamente con cualquier miembro de su equipo si ocurre una situación que lo amerite. De ese modo se pueden resolver los problemas antes de que se conviertan en violaciones a los reglamentos correspondientes.
Si los gerentes utilizan estas destrezas, disfrutarán de un mayor éxito al enfrentarse a los retos de su trabajo.