Policía malo, policía peor
Por Stephen Shepherd, Mercadotecnia —
«Ustedes rompieron el juramento que hicieron de proteger al público y servir a la comunidad», declaró el juez de distrito Percy Anderson a seis miembros del Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles. Los seis fueron sentenciados a un máximo de tres años y medio en una prisión federal por intentar impedir una investigación del FBI en las cárceles locales.
Qué mal gasto de años de entrenamiento e inversión en un futuro profesional que se suponía traería éxito, esperanza y justicia a tantas personas. Cada uno de estos individuos seguramente tuvo la oportunidad de poner fin a la conducta corrupta de sus colegas, pero ninguno tomó esa decisión. Reprobaron el examen final para el cual se habían preparado y entrenado por tanto tiempo — su compromiso con la ley moral.
¿Están los súper héroes sobre un pedestal realista?
Tal parece que la reciente ola de películas de súper héroes ha reflejado nuestro interés en héroes invencibles que tienen un sentido inquebrantable de lo que es correcto o incorrecto. Ellos ayudan a administrar justicia y a mantener al público seguro, pero siempre de acuerdo con su conciencia, que típicamente resuena con la nuestra. A pesar de alguna muerte o desilusión ocasional, casi siempre pasan la prueba del compromiso con la integridad y la moralidad.
Un sabio me dijo hoy que la vida podría compararse con un examen. Muy similar a las temidas preguntas de respuesta abierta en los exámenes universitarios, la vida a menudo nos exige formular opciones y tomar decisiones únicas para nuestras circunstancias. Encontramos retos a nuestras virtudes morales y tenemos que decidir entre lo que es correcto y a veces lo que es fácil. En tales casos, ¿en quién podemos hallar un estándar o modelo normativo?
Responsabilidad individual
Anderson advirtió que «La obediencia ciega a una cultura de corrupción tiene consecuencias serias». Nuestra es la responsabilidad de asegurar que en nuestra cultura — en la política y en los negocios — no exista la corrupción. La mejor manera de hacer esto es adhiriéndonos personalmente a normas de ética y cerciorándonos de que quienes ostentan el poder sean dignos de confianza y tengan el compromiso de cumplir y hacer cumplir la ley.
Como el tío del hombre araña, Ben Parker, declaró «Con gran poder viene gran responsabilidad». La moderna tecnología para detectar el engaño que ahora tenemos a nuestra disposición nos da gran poder para eliminar la corrupción y colocar en posiciones de liderazgo a individuos en quienes podríamos confiar que pueden ser nuestros héroes.