Robo de secretos comerciales por parte de un ex empleado
De Dhina Clement, Comunicaciones –
Jean Patrice Delia, ingeniero de rendimiento de General Electric Company (GE), se declaró culpable de conspirar para robar secretos comerciales de la empresa con el fin de lanzar su propia compañía para competir con la GE. Delia y su socio Sernas descargaron más de 800 archivos, entre ellos secretos comerciales, antes de que le pillaran. Por supuesto, después de 8 años trabajando para la compañía GE, quién habría sospechado de él, a menos que cometiera algunos errores en el camino. Como ingeniero de rendimiento en la GE, Delia ayudó a muchos operadores de plantas de todo el mundo a aumentar la eficiencia de sus turbinas para reducir los costes de funcionamiento de las plantas. Así que, obviamente, él conocía detalles sobre el proceso que podrían ayudarle a tener éxito si tuviera su propia empresa. En 2009 decidió obtener un posgrado en negocios en su país, Canadá, y regresó a GE en 2011 trabajando en un cargo diferente. Tras su regreso, empezó a descargar miles de archivos del sistema de GE que contenían los modelos de costes y las propuestas que GE utilizaba para licitar. En mayo de 2012, en cuanto tuvo la oportunidad, presentó una oferta contra GE para dar servicio a una importante central eléctrica en Arabia Saudí. Cuando GE sospechó de él, Delia renunció y el FBI le empezó a investigar. El FBI tardó 7 años en encontrar pruebas de duplicidad y violaciones federales contra Delia y Sernas. En diciembre de 2019, Sernas fue atrapado con un ordenador portátil que contenía archivos secretos de GE y recibió tiempo de servicio y se le ordenó pagar una restitución de 1,4 millones de dólares a GE. Delia se declaró culpable y se enfrenta a 87 meses de prisión.
Para ayudar al FBI a «proteger las inversiones y las innovaciones de las empresas estadounidenses», como dijo el fiscal adjunto, la prometedora tecnología EyeDetect podría utilizarse para evaluar continuamente a todo el personal que, como Delia, tuviera acceso a información clasificada. La prueba mide el engaño basándose en el comportamiento oculomotor, ya que la persona que se somete al examen EyeDetect se sienta en un escritorio y responde a preguntas de verdadero o falso en una tableta. En menos de 5 minutos después de la prueba, unos algoritmos patentados proporcionan una puntuación de credibilidad o engaño con una precisión media de hasta el 90%, lo que hace que la prueba sea más rápida y precisa que el polígrafo. El FBI podría haber necesitado más pruebas, pero con EyeDetect detectaría más rápidamente si Delia y Sernas eran culpables desde el principio y los condenaría antes.
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Foto por /Cleyder Duque