La corrupción — enemigo público número uno
Por Zaid Srour, Mercadotecnia –
Muchos países tienen una constitución basada en principios y leyes fundamentales para gobernar y garantizar los derechos de la gente que vive dentro de ese país. Los gobiernos tienen el mandato de luchar por la igualdad, la democracia y la libertad. En la actualidad, se acerca una tremenda batalla.
Los gobiernos y compañías están cooperando para hacerle la guerra a lo que el Banco Mundial ha llamado “el enemigo público número uno”.
Reconocer al enemigo
La corrupción es el obstáculo que se erige entre la gente y su sueño de vivir en un lugar pacífico bajo la protección de leyes que mantengan la dignidad, los derechos y la libertad.
Ahora más que nunca, la corrupción está saboteando la estructura de las economías y está disminuyendo el papel del gobierno en su habilidad para combatir. Al hacerlo, la corrupción está destruyendo la seguridad, el bienestar y la soberanía de todos los pueblos.
Todos somos llamados
Los gobiernos, las organizaciones y el público todos necesitan participar en la lucha contra la corrupción. El vicepresidente Joe Biden dijo: “En el siglo XXI, los países que prosperarán serán aquellos en que los ciudadanos sepan que sus voces son escuchadas, porque las instituciones son transparentes.”
De modo que tenemos que refinar y reestructurar las políticas públicas para combatir y eliminar la corrupción; tenemos que encontrar a quienes son responsables y enjuiciarlos. Para lograr esto, los gobiernos necesitan un nuevo método para encontrar a los funcionarios y empleados corruptos.
EyeDetect™ puede ayudar a detectar mentiras a través de un examen sencillo y no intrusivo cuya administración usualmente toma de 30 a 40 minutos y consiste en una serie de preguntas tipo verdadero o falso. Esta tecnología funciona observando la conducta de los ojos con un escáner y detecta el engaño con un 85% de precisión.
La corrupción debilita el orden jurídico y la fe del público en el gobierno. EyeDetect puede ayudar a los gobiernos a reducir la corrupción y a restaurar la fe.