Polígrafos, IRM y EyeDetect — tres métodos para detectar mentiras
Por Adam Decker, mercadotecnia —
Considere las siguientes afirmaciones: No, yo no tuve relaciones sexuales con esa mujer. No, su señoría, yo no tuve nada que ver con ese bombardeo en Chicago. No, señor oficial, yo no tuve nada que ver con ese niño secuestrado.
¿Qué sucedería con la ejecución de la ley si pudiéramos probar que una persona estaba mintiendo?
El polígrafo — ¿una solución viable?
Dan Ribacoff — un experto e investigador privado que ha administrado exámenes poligráficos en departamentos de libertad condicional, la policía, departamentos de probación, tribunales estatales, corporaciones y a individuos por más de dos décadas — explicó que un polígrafo monitoriza el ritmo respiratorio, la presión arterial y la actividad cardiovascular y de las glándulas sudoríparas de una persona.
Los exámenes poligráficos se consideran no confiables como tecnología para detectar mentiras en muchos círculos científicos, en parte porque su eficacia depende altamente de las habilidades de intimidación del interrogador. Aunque su precisión es generalmente del 70 al 99%, un sociópata impenitente probablemente podría aprobar el examen.
¿Y qué de las IRM?
Un empresario, autor y doctor en estudios moleculares de California, Joel Huizenga, ejecutivo principal de Truthful Brain Corporation, ahora está usando tecnología neuro científica en la forma de un sistema de IRM funcionales para monitorizar la actividad cerebral individual.
Huizenga afirmó que cuando la gente miente usa una parte del cerebro que es diferente cuando está diciendo la verdad. Dijo además que cuando una persona miente tiene que frenarse para no decir la verdad, porque como humanos estamos programados para decir la verdad, y todo esto se revela en los exámenes de IRM.
Resultados
Huizenga declaró que si pudiéramos escanear del cerebro de individuos acusados con IRM funcionales y observar los cambios en la actividad cerebral, los resultados para ejecutar la ley serían muy diferentes.
Para detectar mentiras, la tecnología de IRM se ve cada vez más confiable y eficaz, puesto que detecta actividad neurológica medible cuando una persona miente, permitiéndole al observador ver el cerebro mientras la persona trata de mentir.
El reto en el uso de IRM como detectores de mentiras es que estas herramientas son muy costosas y no se pueden reducir sus costos para utilizarlas en un mercado masivo.
La verdad en cuanto a la mentira
Un estudio realizado en la Universidad del Estado de Michigan comprobó que los estadounidenses mienten cientos de millones de veces cada día, con un promedio de 1,67 mentiras por persona al día. Huizenga dice que tiene la visión de un mundo mejorado si tan sólo pudiéramos confiar en la gente. Tendríamos mayores posibilidades de resolver casos de asesinato y otros crímenes, así como situaciones de negocios y gubernamentales, si pudiéramos probar científicamente que algún individuo estaba mintiendo.
Sin embargo, muchos individuos no ven ninguna razón para descubrir las mentiras del mundo, probablemente porque no desean sentir la culpabilidad de sus propios engaños.
Este año se ha lanzado una nueva tecnología que se puede emplear masivamente para detectar mentiras con el potencial de hacer la diferencia en este proceso de detección de engaños y fraudes.
EyeDetect™ usa una computadora para monitorizar los patrones de movimiento ocular del examinado mientras éste contesta una serie de preguntas tipo verdadero o falso. Según la manera en que se mueven sus ojos al contestar, EyeDetect puede identificar quién está mintiendo y quién está diciendo la verdad.
El polígrafo, las IRM y EyeDetect son tres métodos disponibles para detectar mentiras, cada uno con sus propias fortalezas y debilidades.