¿Qué tan buen trabajo hacen los detectores de mentiras humanos?
Por Jake Taylor, mercadotecnia —
Algunas personas dicen ser detectores de mentiras humanos. Dicen que son capaces de leer indicadores corporales y del habla dados por quienes están mintiendo y, con esa información, determinar el nivel de integridad del sujeto.
Cuando investigué este asunto, me preguntaba exactamente qué tipo de cosas debería uno observar al tratar de determinar la honestidad de una persona.
Los indicadores del engaño
El posicionamiento del cuerpo podría indicar las intenciones de una persona. Usualmente una persona que esta tratando de ocultar la verdad se mueve en alguna forma irregular. A veces esto se manifiesta como un tic nervioso, encogerse a un lado o cruzar los brazos o piernas. Además, si se tocan las manos de la persona, se puede sentir que están sudando. El sudor usualmente es una señal de engaño.
Patrones del habla específicos también pueden delatar el engaño. El sarcasmo excesivo puede ser usado para ocultar la verdad. Los tonos burlescos y la repetición de la pregunta también pueden revelar a un mentiroso. Alguien que esté diciendo la verdad no va a decir «No, no anduve de fiesta anoche». Usualmente dirá simplemente no.
De acuerdo con los detectores de mentiras humanos, el mejor revelador de la integridad de una persona son sus ojos. Los ojos que revolotean, la falta de contacto visual y el mirar hacia abajo con frecuencia delatan la verdadera respuesta de una persona. Aún en mi propia experiencia, cuando una persona no hace contacto visual conmigo, siento que me está ocultando algo.
Siga sus corazonadas
Todas estas técnicas dependen de la manera en que se esté sintiendo el sujeto y de la agudeza intuitiva del entrevistador; ambos de estos son factores muy subjetivos y con frecuencia imprecisos. En mi propia experiencia, he descubierto que la intuición con respecto a cualquier cosa viene después de largas horas de estudio y asociación. Aunque usted no esté estudiando activamente a las personas con quienes se asocia, con el tiempo llega a conocer muy bien sus modales.
Yo creo que así es como la intuición trabaja para alguien como una madre o un cónyuge; pero aquellos de nosotros que no conocemos tan bien a nuestros sujetos, necesitamos un examen de honestidad más preciso.
Hechos reales
Los sentimientos de una persona tienen un valor limitado a los ojos de la sociedad. Tendemos a darle mayor valor a los hechos reales que a los cualitativos, y esto tiene un buen fundamento. Sentir que alguien nos está mintiendo es mucho menos preciso que un examen para detectar mentiras. De hecho, sólo el 54% de los exámenes intuitivos y por observación dan resultados correctos al tratar de determinar la honestidad. (Bond & DePaulo, 2006.)
Por décadas, el polígrafo ha sido el método cualitativo más preciso para determinar la honestidad. Este método depende en gran medida del estado emocional del entrevistado y de las habilidades y las preguntas del entrevistador, por lo cual la gente ha seguido buscando un método más confiable.
Por fortuna, ha surgido una nueva herramienta en el mercado de la verificación de la verdad — EyeDetect®. Este sistema produce precisa y eficazmente datos reales con respecto a la integridad de una persona, datos que son de valor incalculable en un entorno profesional. El sistema rastrea el movimiento involuntario de los ojos mientras el entrevistado contesta preguntas tipo verdadero o falso en la pantalla de una computadora. Esto elimina del proceso el papel de la emoción y la habilidad, y arroja resultados con una precisión del 85%. Cuando la intuición no es suficiente, EyeDetect es una opción digna de considerar.